La mortalidad llegó al vientre materno. Una mujer wichi de la comunidad Misión Salim vivió un calvario tras tener un desprendimiento prematuro, transitaba 36 semanas de embarazo, al llegar a Embarcación el bebé ya no tenía signos vitales. La comunidad está situada en Padre Lozano y ante la carencia de una ambulancia en el lugar tuvo que esperar que llegue la perteneciente al Hospital de Embarcación que se encuentra a 20 kilometros de distancia y que según declaraciones del padre de la criatura tuvo una demora que sumó a la pérdida del embarazo.
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